PIAF, de Pam Gems (versión en español de Mariano Detry). Dirigida por Jamie Lloyd. Producida por Adrián Suar y Fernando Blanco. Diseño de Luces: Neil Austin. Diseño de Escenografìa y Vestuario: Soutra Gilmour. Diseño Sonoro: Christopher Shutt. Orquestaciones: David Cullen. Arreglos Vocales: Nigel Lilley. Dirección Musical y Piano: Néstor Ballesteros. Acordeón: Diego Lipsky. Intérpretes: Elena Roger, Julia Calvo, Néstor Sánchez, Natalia Cociuffo, Eduardo Paglieri, Rodrigo Pedreira entre otros. Teatro Liceo, Rivadavia 1499. De miércoles a viernes a las 20.30, sábados a las 20 y 22.30 y domingos a las 20.
Este es el primer comentario que escribo en la pizarra y pensé mucho al sentarme a redactarlo. Lamentablemente siempre pienso mucho, me cuesta ser espontáneo, y tal vez por eso ahí se quedan todas mis cosas, a medio cocer hasta que se enfrían.
Antes de consentir estas palabras dejé que me avergonzaran todos los lugares comunes que podría utilizar para hablar de Piaf. Son muchos la verdad y salen a borbotones del teclado, cosas como sublime majestad en escena o fascinante muestra de fantástico talento impar entre otras construcciones churriguerescas. Por eso me avergüenzo, porque yo no siento esas palabras. A mí se me escapa un suspiro cuando pienso en Piaf. Me da una especie de mareo, se me nubla la vista, me siento impotente como si me hubiera enamorado por primera vez y no entrase dentro del cuerpo y me eyectara de los zapatos y mi corazón se disparara hacia su alma. No es fácil el amor cuando uno es cronista teatral.
Pero Piaf es una obra de arte nimbada de luz. En Piaf la luz es espacio y tiempo, y el espesor dramático de la luz nos remite al romanticismo de Delacroix como también al expresionismo de Munch: es la luz que alumbra a un puñado de seres ordinarios que salen de la calle en el instante en que la sangre corre el telón y se transforma en poesía, seres de color tierra y comunión de masa que paren al Gorrión de París a la velocidad de un recuerdo que se impregna en la memoria, en la melodía sepia de una oración cuyo tono desesperado está teñido de resignada dulzura.
El texto de Pam Gems tiene una estructura sencilla y episódica pero es taxativo: nada puede exceder a Piaf. Jamie Lloyd lo comprende y por eso ningún personaje secundario se destaca y ninguno está por debajo de sus posibilidades: el elenco es una sola voz y se convierte en el interlocutor ideal, aquel que sabe escuchar y el que mejor sabe responder. Jamie Lloyd es conciente de los distintos sentidos que puede adquirir Piaf porque se le habrán llenado los ojos de lágrimas al oír cantar a Elena Roger, como a mí en la butaca del Liceo. A los dos seguro que nos parece increíble que una sola persona al solo impulso del cuerpo y del alma sea capaz de derrotar a la muerte. Porque Elena Roger no es Edith Piaf, en el escenario hace algo más trascendente que es convertirse en Edith Giovanna Gassion, la persona detrás del personaje, esa hipérbole de Francia cuya vida siempre tuvo sed de un arroyito.
Hoy, mientras viajaba rumbo al trabajo, una paloma voló a la par del colectivo sobre el Puente Pueyrredón. Se me dibujó una sonrisa. Comprendí por qué la huella que dejó Elena Roger en mi corazón será indeleble, porque su actuación en Piaf es nada más que aliento. Y me dio felicidad. ¿Cómo no te vas a enamorar de la gente que te da felicidad...?
Bueno... Me cuesta confesarlo, pero tenía que decirle a alguien que me enamoré de Elena Roger. Sí, a esta edad, como un pibe, y ahora que lo dije puedo gritar sin arrepentirme de soñar despierto ¡Mi Dios, dejámela todavía un poco más...!
Hola, amigo Carlos!! Que bueno verlo ativo después de tanto tiempo! Y que buena noticia conocer a esa su nueva incursión (ahora por el universo virtual de los blogs). Saludos desde Brasil y espero saber más de los que están llevando por ahi, de lo que estás haciendo... Me gustaria muchisimo de ver esa obra acerca de Piaf. Hoy estoy dirigiendo un teatro público en Rio y llevaremos también una obra acerca de esa diosa francesa, pero con BIBI FERREIRA, una de más conocidas y importantes atrices de Brasil, que también te encantaria! Un abrazo fuerte!!
ResponderEliminarHola Carlos!!! Me gustó tu nota en el ultimo número de la revista! :-)
ResponderEliminarBesos!