18 de abril de 2012

BAFICI 2012 - Semana 2, primera parte


Domingo 15

Parafraseando el final del slogan en una publicidad de tarjeta de crédito, hacerle caso a tu cuñado no tiene precio. Pobre Mariano. Lo único que le faltaba, hacerle caso al tránsfuga de su cuñado y para conseguirse un plasma más barato dejarlo al cuñado que compre con su tarjeta de crédito (la de Mariano) y se haga pasar por él (por Mariano, claro). Pero el cuñado será tránsfuga aunque no delincuente, por lo que cuando desde el teléfono la representante de la tarjeta empieza a hacerle preguntas, el cuñado sale corriendo del local y lo obliga a Mariano a poner el Siam Di Tella en polvorosa. ¡El Siam Di Tella! El empleado del local los vio, tomó el número de la patente, lo va a denunciar, irá preso (piensa Mariano). Y finge que alguien le robó el Siam Di Tella impecable y lo abandona al costado de las vías sin dejar sus propias huellas, él, que con tanto amor le lustra los guardabarros. Quién podrá hacerle algo al Siam Di Tella porque quién quiere un Siam Di Tella hoy en día, no. Mariano, obviamente. Esta comedia de los hermanos Levy es más seria de lo que parece, y detrás de las risas (muchas) hay otras cosas para decir. Ejemplo: la heladera como espejo de los pensamientos y manual de autoayuda. Toda una declaración de principios sobre el capitalismo, divertidísima, sostenida, sin fisuras, y con uno de los mejores comediantes (casi) desconocido por el gran público: Alan Sabbagh. Nota al pie: en casa tuvimos un Siam Magnette; conozco en carne propia lo que es sufrir por perder un auto tan gaucho como ese.

Masterplan (Argentina, 2012). Dirigida por Diego y Pablo Levy. Escrita por Diego y Pablo Levy y Marcelo Panozzo. Producción: Diego Dubcovsky, Diego y Pablo Levy. Fotografía: Pablo Añeli, Diego y Pablo Levy. Montaje: Luis Barros y Pablo Levy. Intérpretes: Alan Sabbagh, Paula Grinzpan, Andrés Calabria, Pablo Levy, Martín Campi Campilongo, Carlos Portaluppi. 87m. Selección Oficial Argentina.

Lunes 16

GERMANIA introduce una realidad a descubrir por el cine argentino: la vida en las colonias de ciertas colectividades en el interior del país, en este caso una colonia alemana en Entre Ríos. Ese dialecto que hablan, tan mestizado y tan lejano de la lengua materna, bien podría haber valido una película, pero no es esa la intención de Maximiliano Schonfeld. Schonfeld quiere contar una historia de ficción. Y lo que cuenta nos muestra a una madre y sus dos hijos adolescentes que habrán de emigrar a otro sitio porque su granja cayó en desgracia tras la muerte del padre y por algo en apariencia condenable (y que nosotros debemos inferir). Pero esa caída en desgracia nunca potencia un conflicto sólido (el final de la inocencia debiera ser el más evidente, pero ahí se queda porque el tono elegido enfatiza lo protocolar), razón por la cual la película navega sobre cierto esteticismo insuficiente y cierto misterio axiomático que la dejan al borde del naufragio.

Germania (Argentina, 2012). Escrita y Dirigida por Maximiliano Schonfeld. Producción: Bárbara Francisco, Fernando Brom. Fotografía: Soledad Rodríguez. Montaje: Anita Remón. Intérpretes: Brenda Krütli, Lucas Schell, Margarita Greifenstein. 75m. Compentencia Oficial Internacional.

Podríamos afirmar que VILLEGAS tiene figura chejoviana aunque no sea la intención manifiesta del autor de esta película. El abuelo se muere y los primos Pipa y Esteban van al entierro. Los primos viven en la ciudad de Buenos Aires y el abuelo era un patriarca de General Villegas, o Villegas, sin rango militar, en la provincia de Buenos Aires. Y eso es todo. Podría ser mucho más pero eso es todo, porque los primos llegan a la mañana, van al entierro, a la noche cada uno tiene su escarceo romántico al margen de lo permitido, van al campo de la familia, Esteban maneja el tractor nuevo, Pipa canta una zamba entre granos de maíz, se vuelven y algunas cosas más por aquí y por allá, como que el padre lo tienta a Pipa a que se haga cargo del campo y sepamos que el general Villegas completó la Campaña al Desierto cuando Roca llegó a la presidencia de la república. Y eso es todo, y por eso lo de figura chejoviana que corre por cuenta de quien escribe. No hay conflicto latente, no hay climax, el devenir es pura intrascendencia, los motivos de los personajes son demasiado unidimensionales y la conclusión que uno saca como espectador es la de sentir que lo que ve no le interesa porque no alcanza a involucrarse nunca, como si Chejov estuviese en una vidriera y uno solamente pudiera verle la ropa.

Villegas (Argentina/Holanda/Francia, 2012). Escrita y Dirigida por Gonzalo Tobal. Producción: Benjamín Domenech, Juan Villegas, Santiago Gallelli. Fotografía: Lucas Gaynor. Montaje: Delfina Castagnino. Intérpretes: Esteban Bigliardi, Esteban Lamothe, Mauricio Minetti, Paula Carruega, Lucía Cavallotti. 95m. Competencia Oficial Argentina.

Un día mamá, que es tan cascarrabias y de pocas pulgas como el hijo, decide irse de Trípoli sin previo aviso y el hijo se queda solito. Sí, solito, aunque sea un cuarentón, un cuarentón que colecciona autos de juguete y le protesta al cartero por llegar con su pedido a cualquier hora. El hijo ahora es libre e independiente, pero de ahí a que quiera serlo hay mucha distancia. Podría estar acompañado por una prostituta, un vecinito que no se deja de joder con la pelota, una mucama etíope o un canario, da igual. Y ese quedarse solito del hijo más que hacerlo reflexionar le hace tener miedo. Es que Trípoli es una ciudad de edificios viejos e inestables, y de edificios modernos que la guerra civil del ’75 no permitió terminar de construir. Y hasta tiene una playa con barquitos encallados de anclas oxidadas y toda la basura que los libaneses descartan. Y a pesar de que la imagen que nos queda de Trípoli y del Líbano es bastante desoladora (sobre todo cuando descubrimos que es más lindo tener una mucama filipina que una de Sri Lanka, porque son muy feas), terminamos por comprender que los hombres y las mujeres en todos los países del mundo son más proclives al juego y al trabajo, respectivamente, y eso nos hace sentir menos solos, sin diminutivos. Una auténtica película independiente.

OK, enough, goodbye (Tayeb, khalas, yalla / OK, basta, adiós, Emiratos Árabes Unidos/Líbano, 2011). Escrita, Montada y Dirigida por Rania Attieh y Daniel García. Producción: Rania Attieh. Fotografía: Daniel García. Intérpretes: Daniel Arzrouni, Nadiemé Attieh, Walid Ayoubi, Nawal Mekdaad, Sablawork Tesfay. 95m. Cine del Futuro.

Martes 17

Carmen, o Tutuca como la llama Rafael, se banca ese hartante ruido a reggaetón porque no le queda otra. Trata de dormirse pero le pica el ojo, o le duele. Desde una carpa más allá le gritan a Rafael que baje la música, y Rafael accede de mal talante porque Carmen se anduvo toqueteando el ojo. A la madre, cuando llegue al camping, Carmen le dirá que se cayó de la bicicleta, y la madre le pondrá una pomadita. Con el correr de las horas se irá formando el moretón, Cocó preguntará si el Rafa no la anduvo boxeando, y Rafael le preguntará a Carmen si está infectada o algo porque tiene un olor a concha insoportable. Cada uno crea sus propios mecanismos de defensa, y Mariano Luque los retrata en planos cortos en tamaño, largos en duración y tensos hasta lo exasperante. Y la utilización del sonido ambiente que deforma el parámetro de esa normalidad fuera de cuadro, consigue que otra forma de cine argentino (independiente o no) sea posible: el cine que se produce en Córdoba.

Salsipuedes (Argentina, 2012). Escrita, Montada y Dirigida por Mariano Luque. Producción: Julia Rotondi. Fotografía: Natalia König y José Benassi. Intérpretes: Mara Santucho, Marcelo Arbach, Mariana Briski, Camila Murias. 66m. Selección Oficial Argentina.

La nena está loca porque inventa historias y el nene es un ladrón porque se roba un limón de la verdulería. Tienen seis-siete y dos-tres, no más que eso, y deambulan por esos barrios del suburbio de Nueva York que no salen en las películas porque son los barrios donde vive la gente. Un mundo subterráneo los espera. ¿Tienen padres estos chicos? Seguro que sí. ¿Pero dónde están sus padres hoy? Quizás esa tarde no los necesiten porque son navegantes y tienen un mapa de las estrellas, y a lo sumo para volver a casa baste con soltar las moscas que guardaron en una bolsa que ellas les indicarán el camino de regreso. ¿Qué motivó a Cory McAbee a filmar esta película? A lo mejor intentar impedir que sus hijos crezcan. Y entonces nada mejor que encerrarlos en esa máquina del tiempo que es el cine. Porque en el cine, aunque haya cíclopes y gigantes, no puede pasarnos nada malo.

Crazy & Thief (Loca y Ladrón, EE.UU., 2011). Escrita y Dirigida por Cory McAbee. Producción: Cory McAbee, Scott Miller, Steve Holmgren. Fotografía: Scott Miller. Montaje: Matt Cowan. Intérpretes: Willa Vy McAbee, John Huck McAbee, Gregory Russell Cook, Graham Stanford. 52m. Cine del Futuro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario